sábado, 4 de julio de 2009
Lejos quedan los días cercanos
las lunas informales en noches
informadas de ardores olvidados.
Tristes las sonrisas esbozadas
del pasado reciente,latente,
como el halo de un último suspiro.
Absurdas miradas las ciegas,
inútiles palabras las que nada dicen,
contradicciones, más o menos.
Contradicciones que barren la arena,
que borran los nombres grabados
con la punta de la memoria.
Contradicciones al borde del precipicio,
cielos ingobernados por dioses ausentes
reyes del miedo humano.
Contradicciones, y nada más,
en la música huérfana de instrumentos
y repleta de voces al viento.
Voces que me dicen qué hacer,
sugiriendo cual será el siguiente paso
mientras mis zapatos no hacen caso.
Porque me rebelo en contra
de la contradicción de contradecirte
cuando llevas la razón.
En contra de cualquier cosa,
menos de ser auténticamente yo
ayer alguien parecido a mí murió.
Sea lo que sea lo que piense
la noche lo puede enterrar,
mientras mañana vuelva a despertar.
Por la contradicción de ser como soy,
dudo de todo y no por ello me cuestiono
mientras pueda defender mi verdad.
Una pequeña y bella contradicción...

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