miércoles, 17 de junio de 2009
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Abro los ojos temiendo despertar,
y al filo de la aurora
el asesino del cincel sonoro
me viene a intoxicar.
Yo no quiero volver a los días
de las malas costumbres
del fardar por fardar,
no me obligues
otra vez a empezar.
Pero si hay algo que me empuja al vacío,
es el puro azar de trovar.
Vuelta a las calles,
vagabundo del vino
que recorre las venas
de cualquier cuerpo de mujer.
Juego mi cordura en el club
"La evasión por bandera"
y por escudo un corazón roto,
juventud divino tesoro,
te he dejado escapar.
Manos de sangre fría
recorren mi estómago
cual saco de boxeo,
hasta hacerme sangrar.
Pero yo no me rindo,
vuelvo a ponerme los guantes
me falta algún diente
y alguna agalla
me ha de sobrar.
Vuelta a las calles,
vagabundo del vino
que recorre las venas
de cualquier cuerpo de mujer.
Me enfundo el casco de las ideas,
la chaqueta con la cartera
las sonrisas ensayadas
las guardo en un bolsillo
dispuestas a engañarte de nuevo,
porque hoy vuelvo a las calles
y tras mis gafas oscuras
se ocultan mis ganas de buscar
una manera de odiarte
desde otros labios
de besos ausentes.
Vuelta a las calles,
vagabundo del vino
que recorre las venas
de cualquier cuerpo de mujer.
Ten cuidado,pequeña,
que hoy vuelvo a las calles
y no sabrás en un mundo de mentiras,
detrás de qué máscara
o qué esquina, mañana,
te pueda aniquilar.
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