Los libros no arden tan mal

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Asesinato de Ignacio Uria por ETA


Hace no más de un año alguien, a quien quiero con locura, me regaló un libro. Sí, puede que yo antes le hubiera susurrado al oído el título; pero lo cortés no quita lo valiente. Su nombre: Los libros arden mal. Siendo sincero, tras unas 100 páginas de dicha novela; ésta no me consiguió atrapar, y no es que fuera mala sino creo que la leí a destiempo. Como esas experiencias que llegan pronto, antes de que puedas encajarlas. Sin embargo, su título viene como anillo al dedo; porque pensando y repensando,he llegado a la conclusión de que en tiempos de fuego y ceniza lo primero que se
incendia es la razón. Es quizá el mejor combustible que el hombre ha encontrado en siglos, qué digo...en milenios. El ser humano,ése genio de las grandes estupideces, capaz de lo matar por matar ya no me sorprende. Y no crean que me sienta bien almorzar tranquilamente y disfrutar de una reparadora siesta,como hacemos casi todos, sin pensar en lo terrible que es que una serie de animales que se hacen llamar etarras cosan a balazos lo que para ellos es una víctima de la "revolución". Una revolución a la que todavía no le hemos cortado las alas, ante la que nos encojemos de hombros como cuando un hijo revoltoso hace una trastada.

Ahora se habla mucho de si es maltrato o no la típica "guantada" de toda la vida de un padre a su hijo. No podré negar que yo las he recibido, y aquí estoy sin trauma ninguno; sin ser un asesino ni un pederasta.En contra de lo que muchos crean, todos tenemos parte de culpa en esto;porque somos nosotros los que clasificamos esas atrocidades, dándole más importancia a algunas que a otras;volcando el país con alguna víctima y sin hacer nada por muchas otras. Aún no hemos dado suficientes guantadas, ni ese grito generalizado, ni ese puñetazo a la mesa para hacernos respetar; y lo sabemos.No he descubierto una fórmula secreta, ni he destapado ninguna verdad oculta; porque en el fuero interno de cada uno hay una voz que revela si se es o no cómplice. Yo no soy quien juzga a nadie,yo sólo me juzgo a mí mismo. Lo único que puedo hacer por vosotros es daros este pensamiento para que lo utilicéis como buenamente podáis; muchos serán los que pasen 'la patata caliente' ,quizás un par o tres le den vueltas durante cinco minutos, pero al menos uno, un servidor, ha sacado algo en claro de todo esto: para que se cometan estos crímenes sin perdón ni justificación, los libros no deben arder tan mal...

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