domingo, 17 de agosto de 2008
las grandes metas
de hoy
pequeñas gestas
de ayer son.
Días extraños
gente ordinaria
vacas flacas
horas bajas
Arde Troya,
apunten al cielo,
ya no hay ideales
sino desechos mentales.
Quememos bibliotecas
enterremos a los viejos
cuán azul es el cielo
y nadie levanta,
la mirada para verlo.
Un faro allá a lo lejos
ya no señala
al negro vacío
hemos perdido
rumbo
y timón,
y rumbo,
y hastío.
0 comentarios:
Publicar un comentario