Desde mi salón

sábado, 31 de enero de 2009

Gaza desde mi salón,
es menos Gaza.
La sangre es menos roja,
las ruinas menos ruinas
el dolor,el llanto y la espera
no se huelen,
el polvo no se toca.
El hambre y la muerte
no llaman a mi puerta,
no hay féretros,
ni duelos que alberguen
la ira de la impotencia.
La madera no arde
bajo bombas anunciadas
que no saben dónde caer
sin causar mayor desgracia.
En mi salón, no hay gritos
y cuando anochece
no hay miedo.
No hay luces a lo lejos,
y yo me quejo.
¿Por no ser feliz?
¿Por no tener tiempo?
Tiempo para qué
si no tiene fundamento,
si viviera aislado del mundo
no habría en mi piel más manchas
que la de pasivo asesino a sueldo,
al que el dinero la boca calla;
aunque vea una bala en pantalla
y el alma se parta por dentro.
En mi salón,
en mi cama,
desde el televisor,
Gaza, es menos Gaza.

"Si has podido llegar hasta aquí, es que aún hay algo de humanidad entre tus mayores anhelos. Si alguna vez te has de sentir triste, piensa en si merece la pena.La comprensión del dolor que padecen los palestinos sólo es para nosotros una noticia más. Sin embargo,mientras dormimos,comemos,pensamos y nos lamentamos por lo insulso que es nuestro día a día; hay quienes intentan sobrevivir en infiernos que nosotros dejamos arder. La solución no es fácil, el círculo vicioso de odio y destrucción sólo está sembrando las semillas de un terrorismo nacido de los cuerpos sin vida, de las familias rotas. Con esta entrada no deseo señalar culpables porque tanto tú como yo sabemos que sólo observamos. Sin hacer nada,sin salir a la calle a gritar que Gaza es una ciudad cementerio y que entre sus escombros se esconde una verdad que late débilmente y algún día se apagará. Mañana, te despertarás y morirá un palestino. Desayunarás y un niño quedará huerfano. Trabajarás y no sentirás ninguna mutilación. Y cuando llegues a casa, por la noche, te verás cansado después de un duro día. Sólo te ruego que en ese momento, por ellos,los que están sufriendo;
reconozcas que eres feliz."